9.10.15

Paciencia y barajar de Cervantes a nuestros días

Paciencia y barajar es frase cervantina, que en El Quijote aparece referida a la antigüedad de los naipes, y al uso de los mismos ya en época de Carlomagno. 

Y ya que estamos en época de celebraciones cervantinas, miremos la actualidad con el prisma de esta frase para averiguar qué deparará el futuro, o si en el avatar de nuestros días, la opción predilecta será paciencia y barajar.

En la política nacional, no queda otro remedio, sino aguardar el resultado de las elecciones del 20 de diciembre. 

Poco pueden barajar en estas diez semanas que aún aguardan: para el gobierno, que las cifras de la economía mejoren el humor de los votantes, y agracien a sus candidatos con sus papeletas. Para la oposición, que por razones propias, resulten ellos los beneficiados y tengan la suerte de cara. 

Pero dónde más revelador resultará el prisma "paciencia y barajar" quizá lo encontremos en Cataluña.

En estas horas en que entramos en el nueve de de octubre, una partido minúsculo, de hecho el menos representado en votos y escaños, la CUP, tiene en sus manos la capacidad de decidir el futuro de Cataluña y condicionar el día a día puesto que sus votos son necesarios para todo: formar gobierno, nombrar presidente, y la gestión del día a día del gobierno y del parlamento. 

En su primera reunión, el 8 de octubre, la CUP ha presentado su propio programa y no ha dado ninguna respuesta a las peticiones de sus "socios" de Juntos por el sí, respecto a la investidura del candidato pactado o aportar un libro de ruta para un pacto de gobierno. 

La CUP como organización radical y revolucionara observará con deseo a aquellos votantes que pudieran sentirse atraídos por su magnetismo extremista. Estos radicales se encuentran en Esquerra Republicana, en Cataluña Sí se Puede, en los restos del socialismo y entre la abstención. Quizá por esto ha puesto sobre la mesa su propio proyecto, aunque minoritario, e inaceptable para la derecha política catalana y para quienes ocupan el centro izquierda en estos años turbulentos.

Porque la CUP, el último partido en escaños y en votos como decía, navega en la cresta de la ola, lo cual le permite vislumbrar un futuro de crecimiento propio, y pérdidas de los otros.

Este crecimiento se alimenta en estos predios que hemos mencionado, donde se hallan votantes revolucionarios dispuestos a poner por escrito en una papeleta que son más radicales y revolucionarios que nacionalistas. Con lo cual, su cosecha de votos se incrementaría. 

La CUP no está ajada como los restos del PSC si es que entre los socialistas queda algún votante radical. 

Tampoco está desgastada como ERC, partido que ha formado parte del gobierno de los recortes.

Y la CUP demostraría, por supuesto, a los rebeldes de salón y cátedra émulos del griego Tsipras, de Cataluña Sí Se Puede que el voto radical y revolucionario capaz de enfrentarse a los banqueros, a la troika y al sursum corda es voto a la CUP... porque ellos no son como Tsyriza en Grecia, que se ha vendido a la troika ¿Gritará la CUP paciencia y barajar? ¿Teme la CUP nuevas elecciones?

Un observador político no descartaría a los "cuperos" como el partido más beneficiado de una hipotética repetición de las elecciones ante la "imposibilidad" de investir presidente a Artur Mas como han pactado las otras "dos patas" del nuevo "tripartit"

Porque la CUP puede estirar tanto la cuerda como para romper la unidad de Juntos por el Sí en su lado menos revolucionario: la derecha de CDC, la burguesía catalana. 

No reconocer como president a Artur Mas (el candidato pactado entre ERC y CDC) y presentar un programa radical y revolucionario llevará más pronto que tarde a CDC a romper el tripartido: ERC, CDC y CUP. 

Paciencia y barajar, con una nueva convocatoria electoral, la tercera en 5 años, y que sea lo que las urnas dicten. En este caso, sin embargo, será una huida hacia adelante, de un partido sumido en la corrupción, con las sedes embargadas, y presa de los "buitres" que le acompañan en el proyecto; a expensas, también, de un electorado cansado (desgastado) por las reiteradas llamadas a las urnas. Son tres lastres no pequeños.

Por una lado ERC hambrienta por arrebatar la auténtica bandera del independentismo al partido conservador; por otro, la CUP, dispuesta a morder en tres pasteles a la vez, como hemos visto (ERC, Podemos-Icv y los restos del PSC). Ninguno de estos dos actores descartaría la frase cervantina "paciencia y barajar" como opción más positiva que negativa.

Los partidos menores, como PSC y PP, siguen sin tener vela en este entierro. Ciudadanos, el partido mayoritario de la oposición como resultado de las elecciones del pasado 27 de septiembre, confía en cabalgar sobre la ola de entusiasmo popular que le ha llevado a cosechar 700.000 votos (los mismos que el exhausto CiU en 2008). De hecho Arrimadas, su líder, pidió nuevas elecciones pocas horas después de conocer los resultados del 27S.

Para ERC nuevas elecciones son un riesgo aceptable: esperan arrebatar la bandera de la independencia con todos sus votantes a CDC, y no perder por el flanco izquierdo demasiados votantes atraídos por los gritos revolucionarios de la CUP.

CDC se halla ante su peor trance. Ha estado a punto de desaparecer como partido. Sus líderes históricos están a punto de ser encausados. Sus líderes actuales, han visto cómo sus propias sedes han sido embargadas, y muchos de ellos sienten en el cogote el aliento de la policía que investiga sus actividades (y las denuncias de ERC contra concejales y alcaldes de CDC). 

La situación ha ido de mal en peor, y ha perdido más de la mitad de sus votantes desde 2011. En la actualidad, se teme su desmoronamiento, su implosión y salida de la vida política. Paciencia y barajar es el sálvese quien pueda que tanto atrae a Oriol Junqueras, el líder de ERC.

El juicio de la opinión internacional, política y financiera, sobre la deriva de la política catalana hacia aguas tormentosas no sería menos severo: una revolución radical en Europa en pleno siglo XXI es inaceptable: Alemania con sus radicales; Francia con los suyos; Italia, o el Reino Unido, tampoco aceptarán un gobierno "radical-revolucionario" y presionarán para impedir cualquier arrebato radical contrario a la Unión Europea.

¿Crees que la suerte está echada y que los candidatos optarán por lanzarse a nuevas elecciones?

3.10.15

Resultados de las elecciones autonómicas del 27 S en Cataluña

Algunos datos para el debate sobre los resultados de las elecciones autonómicas en Cataluña del pasado 27 de septiembre.

Si el recuento de votos hubiera sido una persona, un voto, estos serían los resultados:

Junts pel Si: 54         (62) diputados.

Cs                 24         (25)

PSC              17         (16)

CSQP           12         (11)

PP                12         (11)

CUP             11         (10)

Uniò               4           (0)

PACMA        1            (0)


( entre paréntesis, el resultado actual por el método proporcional)