8.5.16

Miedo de Rajoy ante el 26J

Mariano Rajoy tirita de miedo -según confirma la columna ciclópea de Génova 13- ante una sola idea; más que idea, premonición; más que premonición, certeza.

Y ahora vengo a hablar de certezas. Porque primero fueron las paredes, las que me hablaron; y vengo a hablar por vuestras paredes silenciosas. Y luego fue la columna en el artículo pasado. Y vengo a hablar por vuestras columnas muertas. 

Y otra vez, la columna central que soporta el peso de toda la sede del PP en Madrid, ha hablado, y ha develado el gran secreto. El secreto del miedo.

Temor que le hace trepidar. Susto que le hace vibrar las fibras. Turbación que le causa tembleque. Tiritar de miedo, escribía.

Porque Mariano Rajoy, Don Mariano, mira al futuro con gafas -datos-  ajenos a nuestro conocimiento, y lo que ve, le pasma. Un estremecimiento superior al pasado le sacude en sus barruntos de futuro.

El horror que le hace espantarse. El espanto sobrecogedor que se apodera de su ánimo, no es comparable a lo que ha tenido que pasar en cuatro años de pruebas ciclópeas. Supera lo pasado, ese horror.

"La crisis" encierra un círculo vergonzoso de 5 millones de parados. Miseria, enfermedad y hambre. Sí, miseria; enfermedad. Y hambre. Hay españoles, sí, que pasan hambre. Hay niños desnutridos. Y que pasan frío.

"La crisis" económica es el párrafo anterior multiplicado. Es una deuda que nos hará volver al párrafo anterior: hambre, miseria y enfermedad durante unos años más.

"La crisis" es una generación -los mayores de 55 años- que verán sus pensiones muy mermadas porque están en paro y no encontrarán trabajo... hambre, miseria, enfermedad.

"La crisis" de empresas en ruina, que ya no volverán. Bancos arruinados, que han succionado los recursos dedicados a las empresas... porque hubiera sido peor la caída de los bancos. Miseria, y más miseria.

"La crisis" para Mariano Rajoy ha sido la persecución implacable de los suyos, El Mundo, Libertad Digital... 

"La crisis" para Mariano Rajoy ha sido tener que soportar sobre sus hombros el peso de un partido corrompido hasta profundidades aún ignoradas. Madrid, Valencia... suma y sigue. Rato, Barberá. Bárcenas. Etcétera.

"La crisis" para Mariano Rajoy ha sido ver hundirse al partido socialista -moderado- y barruntar en lo lejos, la llegada de los ultra-demagogos.

"La crisis" han sido recortar en servicios, en calidad de vida, en ayudas sociales, hasta situar a esta vieja nación unos pasos dentro del populismo: véase la victoria del populismo en el País Vasco o en Cataluña o en Madrid. 

"La crisis" ha sido ver a la derecha catalana enfangada en una huida hacia adelante "la independencia" en la que esa derecha no cree. Pero esa derecha catalana está secuestrada por un partido político más corrompido que el Partido Popular de Valencia y el Partido Popular de Madrid juntos. Y los restos de este partido -CiU- están sometidos al capricho de ultra radicales, anticapitalistas, etc.

"La crisis" ha sido ver deslizarse a la derecha vasca, y a los curas, hacia posiciones del populismo más ramplón, con los ex terroristas metidos a políticos; y los revolucionarios bolivarianos marchando al unison.

"La crisis" para Mariano Rajoy, don Mariano, me dice la columna madre que soporta la sede del Partido ha sido tan poliédrica, visceral y crujiente, que no le queda hueso ni musculo sin dolor. Hasta los párpados le han dolido, me dice la columna.

"La crisis" si don Mariano Rajoy Brey escribiera el libro, serían unos cuantos tomos como los Episodios Nacionales de don Benito, Pérez Galdós. Sea vd. ecuánime, y reconozca que las muchas crisis sufridas dan para más de una docena de volúmenes: corrupción, descrédito, cajas de ahorro, hambre, miseria, paro, prostitución, alcoholismo, drogas, emigración, desesperanza... ¿Cuántos tomos no escribiría Galdós de estas "crisis nacionales"?

Pavor, espanto, pasmo, pavura, pánico, preocupación sin límite le causa a don Mariano algo que nadie ha visto aún, y que solo ha oído la columna madre entre suspiros doloridos de don Mariano. Y hete aquí, que recibí el susurro, y te traslado a tí, lector.

Y la madre de todas las columnas ha oído lo siguiente: "Pablo Iglesias pactará con Izquieda Unida a cambio de unos cargos" y con este bagaje se lanzará "cimitarra" en mano contra el viejo partido socialista. 

¿Y qué es la "cimitarra"? La cimitarra es el sable corto de los turcos, de los mamelucos... la cimitarra es Errejón. 

Pablo Iglesias, absorbida IU por desfondamiento de los viejos comunistas, jugará la siguiente baza mayúscula: el perdón a Errejón. 

El joven Errejón será indultado y así Iglesias diezmará las decrépitas filas socialistas (muchos socialistas se ven ya famélicos sin cargo ni retribución).

Pablo Iglesias, el implacable, el sin piedad, utilizará el perdón a Errejón para atraerse al viejo votante socialista; este viejo votante socialista, espantado desde la derecha, ha corrido a refugiarse al decrépito muro del socialismo. Pero el viejo votante no se siente seguro bajo las ruinas de un partido socialista -casi desparecido en Madrid, Valencia y Cataluña-, y, el viejo votante, indeciso, duda.

Con esta maniobra del "implacable", el "sin piedad", Pablo Iglesias, devolverá "la moderación" de Errejón a la pradera de Podemos, y en ella pastarán y pactarán cardúmenes de indecisos, tropeles de ex votantes socialistas.

A Errejón perdonado, al viejo estilo estalinista, Podemos centrado, al viejo estilo...

Y hete aquí, esta es la causa del estremecimiento, del acobardamiento, la pusilanimidad, el amilanamiento, el encogimiento, el abatimiento, el miedo, en fin, de Rajoy ante lo que barrunta más allá del 26J sabiendo, como sabe, que Pablo Iglesias trama, desde hace unos cuantos días, la segunda parte de la expulsión de Errejón: el regreso de Errrejón. Eso sí, cautivo, al redil del líder, del macho alfa retornará Errejón y su mermada tropilla de seguidores utilizados al viejo estilo del hombre de acero a mayor gloria del que tiene el poder y la osadía, Iglesias, Pablo, "el implacable" o "el sin piedad".

¡Sálvese quien pueda! 

¡Recen los demás!