Neymar, nacido el 2 de febrero de 1992 firmaba por el París Saint Germain por cinco temporadas, hasta la temporada 2021-2022.
El salario será astronómico y la presentación espectacular ante la Torre Eiffel, el monumento más significativo del siglo XX en Francia.
El fichaje pone fin a la brecha que abrió los interrogantes definitivos del entorno de Neymar y del propio jugador brasileño, fue en la jornada histórica de la remontada del Barsa ante el Paris Saint Germain: del 4-0 de la ida Neymar volcó el partido con un 6-1 a favor de Barsa.
Pero en el día de gloria del brasileño, una foto bajó del olimpo al héroe, Neymar, y otro ocupó su lugar, Messi. El argentino subido a la grada, puño en alto, rostro tento, rodeado de un público enardecido, capitalizó así a su favor la fotografía y los titulares de aquel histórico partido. Pero el partidazo fue de Neymar; los honores, no.
Neymar da Silva Santos Júnior tiene ante sí el reto de ganar reconocimiento mundial a título individual. Hasta ahora, los últimos diez años del fútbol han estado bajo el reinado de Messi en el FC Barcelona, y Cristiano Ronaldo en el Real Madrid. A partir del 3 de agosto, el tercer as de la época entra en la competición por el balón de oro, y el título de mejor jugador.
Lionel Andrés Messi Cuccittini (Rosario, 24 de junio de 1987) con treinta años sigue en el cénit de su carrera, pero con mayores dificultades: el equipo está tocado con la fuga de Neymar, en primer lugar; los bastiones Iniesta (33 años) junto con Busquets, Suárez y Piqué deberán suplir los huecos que supone la llegada de un nuevo entrenador, y la falta de rodaje y acoplamiento al equipo del jugador de nivel mundial que substituya a Neymar. Messi se halla en lo más alto de su carrera y competirá por los grandes trofeos individuales.
Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro en seis meses cumplirá 33 años, como Iniesta. En esta temporada de Liga y Champions el portugués se ha transformado en un delantero centro letal y en el futuro ese será su territorio y de los goles que alcance dependerán sus posibilidades de títulos individuales en el mundo del fútbol.
Los últimos diez balones de oro del fútbol mundial tienen color argentino y portugués y juegan en la Liga. Este es el reto de Neymar. Romper la hegemonía de CR y Messi. Para ello debía abandonar España y dejar atrás la sombra de Messi.
Neymar no podía luchar de otra manera, no podía seguir bajo la bandera del club catalán. El fútbol, las ganas de brillar en la historia de fútbol brasileño, y el brillo del oro también, le exigían dar un paso arriesgado y tratar de llevar al PSG a conquistar la Champions League, algo que en Francia, sólo está en poder del Marsella. El espectáculo debe continuar ¡y que la rueda de la fortuna sea justa!
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