El quicio es el punto sobre el que gira una puerta: debe ser firme, resistente al paso del tiempo, al cambio de temperatura, y exacto: si el quicio cambia, la cerradura, y toda la puerta, ya no ajustan: la casa está en peligro.
Jose Mourinho cierra su temporada en el Real Madrid de manera abrupta: enfrentado con la plantilla, enfrentado con los medios de comunicación, y con la vista puesta en otro equipo, en otro país.
Aún debe disputar una final, la Copa del Rey, este sábado en el Bernabéu. Puede pasar de todo. Sea cual sea el resultado, el Real Madrid sufrirá un terremoto.
En primer lugar, todo parece indicar que Mourinho no sigue en el equipo. El primer recambio, Ancelotti, ha dicho "no" porque aún le queda un año de contrato. El otro 'nombre' importante que ha venido sonando Klopff, del Borussia, parece muy bien asentado en el equipo alemán. Benítez, del Chelsea, parece que tiene la puertas cerradas de la Casa de Concha Espina. En el mercado nacional no suenan nombres para sustituir al portugués.
La tradición de Florentino ha llevado al equipo por derroteros inesperados a la hora de elegir entrenador, desde extraños perfectamente desconocidos, hasta gente del staff completametne anónimos.
¿Qué nombres suenan para sustituir a Mourinho?
Quédense con dos alemanes. Bernd Schuster y Jupp Heynkess.
El enemigo del Real Madrid está ahora en Alemania. Este año, con nombre de Borussia; el pasado, fue el Bayern. Han sido los equipos que han sacado al Real Madrid de la final.
Quien mejores credenciales presente para desbancar a los alemanes de la Champions será el hombre de Florentino. Se acabaron los experimentos como Queiroz, o López Caro.
La puerta que Mourinho deja mal cerrada no puede ser el punto débil para la próxima temporada. Cada pieza en la Casa Blanca debe ajustar a la perfección, con el pasado y con el futuro. Se acabaron los experimentos, priman los valores seguros.
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