La derrota del FC Barcelona en San Siro ha sido una de las más dolorosas, aunque puede remediarse el mal.
Una de las más dolorosas porque con las mismas armas, posesión abrumadora del balón, el equipo perdió su estilo, y no logró rematar entre los tres palos más que una sola vez en los 95 minutos que duró el encuentro. 2-0 resultado final.
En Stamford Bridge, la última vez que cayó el Barsa en Champions, y ya va de aquello para un año, Messi y compañía cosieron la portería de Peter Cech, y los palos también, a base de rematar a gol. Cech fue un héroe entonces.
Por qué esta vez con idéntica posesión solo han rematado una vez, es la pregunta clave.
No fue el planteamiento del rival, igual de defensivo que SBridge: dos línes atrás muy marcadas y un solo hombre en punta, Pazzini.
Cuando un equipo se atasca, hay que pedir cuentas a la jerarquía.
¿Qué hizo Messi? Messi luchó y corrió, pero estuvo perdido, no desequilibró, no regateó, ni siquiera llegó a dar semi-asistencias. Se perdió en su propio territorio, y no sacó el genio a relucir.
El segundo en el escalafón es Xavi. Y tampoco estuvo a la altura: aunque buscó el balón, bajando y subiendo -protagonizó incluso algún intento de remate a gol dentro del área- no llegó a dar velocidad a la circulación del balón, igual defecto que Messi.
Iniesta, mantuvo una intensa brega en la banda izquierda, buscó el balón en el centro, e intentó pases, pero no le salieron las cosas: su banda de ataque estuvo muy poco o nada utilizada para desbordar a la defensa, y buscar el pase al área pequeña, el remate a gol. Falló su conexión con Messi y Xavi.
Cesc, que por posición y experiencia debe ocupar un lugar importante en la jerarquía, estuvo perdido, y no aportó lo que se espera de él. Quizá en declaraciones posteriores a la televisión en inglés, diera una de las claves del asunto: había jugadores en baja forma.
Piqué y Puyol respondieron. Valdés nada pudo hace ante dos remates, el primero de fortuna, y el segundo, picado abajo, fuerte, con rebote, junto al palo. Alves y Alba, cumplieron, pero no lo suficiente en las subidas. Esto es comprensible en los laterales, puesto que aún quedan 90 minutos, y la eliminatoria debe resolverse en el Camp Nou.
¿Por qué cosecharon el peor resultado de los cuatro equipos españoles en liza?
El fallo principal fue la rapidez, el ajuste impecable entre las líneas de centro de campo y la delantera, con el soporte básico de Busquets y las subidas avanzadas de Alves y Alba.
¿Por qué no hubo rapidez en la circulación del balón? La respuesta es una pérdida de confianza en sí mismos. Piqué declaró al final del partido "quizá no somos tan buenos." Significativo: si con Guardiola y Vilanova eran imbatibles ¿qué ha cambiado?
Este error, no creer en sí mismos, no lo sufrieron con Guardiola, que siempre exigía ambición para ganar y asumir riesgos: buscar espacios, buscar el uno contra uno, avanzar hasta la línea de fondo, entrar en el área, rematar. Cuando Pep dirigía al Barcelona mantenía la posesión en torno al 70% y cosía a remates al contrario.
Igual sucede con Tito: posesión significa hacer cosas prácticas con el balón: encerrar al enemigo al borde del área, con la confianza de que Piqué y Puyol con el apoyo de Busquets hacen un triángulo perfecto para secar a Pazzini, en este caso el único delantero italiano, y ofrecer siempre de ese tres a uno, un jugador apto para recibir el pase y desatascar la brega del centro del campo.
Los siete jugadores del Barsa restantes, deben ser suficientes -han sido suficientes- para generar goles, multiplicar las ocasiones, y mantener la meta rival bajo un peligroso cerco durante todo el partido.
Ese asedio interminable de siete contra nueve más el portero, se consigue con exactitud y rapidez en los movimientos. Si falta rapidez y precisión, todo puede venirse abajo. Y sucedió.
La rapidez y la exactitud son fruto directo de la confianza del esquema básico del Barcelona que en los últimos años ha deslumbrado el planeta del fútbol.
Ayer, faltó confianza como se tenía con Guardiola; y con Vilanova cuando las cosas iban mal. El tercer hombre, Roura, puede que no genere la misma confianza en la plantilla que los dos maestros que le precedieron.
El próximo martes, nuevo examen. FC Barcelona vs Real Madrid en Copa.
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