Todo aquello que tocó Zapatero, ha quedado apestado. Personas y cosas. La obra del anterior presidente del Gobierno se desmorona, igual que la crisis económica voluntariamente ignorada tumbó cajas, fortunas, posiciones, famas, y devolvió a la casilla de la pobreza de posguerra a centenares de miles de familias.
La próxima víctima de Zapatero será Carmen Chacón. O Carma Chacò. La que fuera elevada al cargo de ministra, la que fuera mimada con el regalo de una cadena de televisión a su servicio, ha quedado dispuesta para la pira sacrificial de la política. Esta vez por sus propios compañeros, los socialistas catalanes.
En Cataluña soplan aires del llamado "derecho a decidir" y el PSC no quiere perder los vientos en su navegación política; tampoco está dispuesto a buscar vientos favorables.
La suerte del "derecho a decidir" está echada. Después de varias décadas de estrecha colaboración, los socialistas catalanes y los socialistas del PSOE votaran de forma opuesta en un tema crucial. Carmen Chacón deberá elegir, o ser bien recibida en España; o ser mal recibida en Cataluña y a la inversa.
Los socialistas catalanes no son felices con la herencia de Zapatero, y quieren poner a remar a la ex ministra Chacón; que o rema a las órdenes de otros capitanes, o debe abandonar el barco, quizá en una chalupa y con algunas provisiones y compañeros que quieran embarcarse en un gran barco, el portaaviones PSOE.
Porque si Carme Chacó vota a favor del derecho a decidir, ya no podrá optar a la secretaría general del partido, para lo que la había preparado y cooptado el anterior presidente, Zapatero. Como decimos, la herencia de Zapatero ha resultado tóxica. Y Chacó es otra víctima de gran calado, su heredera que, por otra parte, ha perdido también aquel juguete preparado ex profeso para hacer navegar su candidatura hacia la presidencia del Gobierno, el conglomerado de televisión llamado La Sexta.
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