26.2.13

Cada partido es un mundo, pero solo es un partido

FC Barcelona 1-3 Real Madrid 2-4 en el global de la semifinal Copa del Rey.


Hoy el Real Madrid ha pasado por encima del Fútbol Club Barcelona en el Camp Nou. El resulado final 1-3 y con el empate en la ida (cuando el Barsa sí funcionó) el Real Madrid pasa a la final de Copa. Han brillado Cristiano Ronaldo y Varane.

Por el FC Barcelona ha sido otro cantar: ha tenido la posesión, pero fallaron en los más básico: profundidad y remate. El Real Madrid con menos posesión a lo largo del partido, ha finalizado mejor y más jugadas que el equipo local. Cristiano Ronaldo ha podido con la defensa: Puyol y Piqué se han visto superados en los goles. Varane, de cabeza, remató impecable -y solo- el 0-3. A partir de entonces, el partido se hizo muy largo para el FC Barcelona.

¿Qué sucede en el FC Barcelona? ¿Dónde está ese equipo que ha dejado al Real Madrid a casi veinte puntos en esta liga? El Barsa ha dado síntomas de agotamiento en dos citas fundamentales, con el Milan, 2-0 en Champions, y con el Real Madrid 1-3 en semifinales de Copa del Rey. En menos de siete días.

Los jugadores son los mismos, Messi, Xavi e Iniesta, etc., son los mismos que en Liga controlan el balón, el partido, y el marcador. Pero ante rivales de máxima enjundia, Milan y Real Madrid, ha faltado tensión futbolística, confianza, y seguir el ritmo y el juego de toda la temporada actual.

El problema no está solo en el banquillo. Es también un problema psicológico. Guardiola abandonó al equipo y, peor aún, fichó por un equipo rival, solo hace dos meses. 

Vilanova, el sustituto, sufre una enfermedad contra la que lucha con gran entereza desde el hospital. 

Rouras, el tercer hombre, ha conseguido mantener la cabeza de la Liga con gran distancia. Sin embargo, llegados los grandes choques, algo ha fallado en el equipo.

Rouras no transmite confianza y los jugadores no arriesgan: controlan el balón y llegan a las cercanías del área, pero no rematan, no hay desmarques ni hay  profundidad: el balón termina en poder del equipo rival -aunque momentáneamente- al borde del área y el FC Barcelona lo recupera pronto: y vuelta a empezar. 

Los entrenadores rivales han aprendido a neutralizar la posesión del FC Barcelona. Los azulgrana no han perfeccionado sus armas, y el equipo no crea ocasiones de peligro. Es el primer problema, el entrenador, Rouras, no desatasca el ataque con progresiones para terminar la jugada con un remate: los laterales no subren, no llegan los apoyos y paredes que favorecen el pase en profundidad, y no hay remate, tampoco.

El segundo problema es psicológico. Los jugadores, parecen huérfanos en el campo: ninguno asume el mando, más allá de Xavi, puntualmente, e Iniesta, que siempre se ofrece, pero encuentra menos fluidez en el ataque. El gran héroe del FC Barcelona, Messi, estuvo desaparecido en el partido contra el Real Madrid y lo mismo sucedió en Milan. Cuando más necesitaban sus compañeros un líder, Messi no estaba.

Rouras es el tercer entrenador, las cosas como son: por orden y calidad. Pero no ofrece soluciones en el atasco. El jugador más laureado del mundo, Leo Messi, tampoco asume el mando de las operaciones, no se impone y no obliga a los suyos a corresponder.

Por el lado del Real Madrid, Cristiano Ronaldo ha superado por físico y técnica a la defensa, y ha llevado al Real Madrid a una victoria inapelable. Y eso a pesar de que había problemas con la continuidad de Mourinho (que siguen ahí, por otra parte).

Cada partido es un mundo. Y el fin de semana vuelve el clásico. ¿Puede suceder lo de siempre? ¿Ganará el Barsa? ¿Puede imponerse el Real Madrid? ¿Cambiará la historia?

La respuesta está en las botas de Messi y en la capacidad de Rouras de levantar al equipo después de siete días de febrero para olvidar.

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