Con gran alharaca en los periódicos leo cómo se desgañitan veteranos columnistas reclamando que Europa acoja a unos millones de refugiados sirios que vagan por Turquía, Bulgaria, Grecia, Macedonia y otras fronteras aparte de Alemania, que ya ha recibido un millón de almas.
Grandes invocaciones de los Tratados con mayúsculas. De los Convenios. Y de otros galimatías jurídicos que en su día se levantaron para lavar conciencias: acoger unas decenas de refugiados. No se pensaron para crear ciudades enteras.
Indignan estos columnistas y predicadores de prensa, radio, televisión e internet. Indignan y nos hieren aquellos que ahora se acuerdan de los refugiados, pero querían ahogar en el mar a los "balseros" que huían de Cuba, año tras año.
Indignan los mismos que directamente ahogaban a los "boat people" que huían de quimeras socialistas en Vietnam, por poner un ejemplo, y que se ahogaban en el mar a centenas mientras una izquierda, europea y norteamericana, se encogía de hombros, y miraba para otro lado.
Indignan los que cobran salarios de 6.000 euros al mes y viven en "su propio país" de maravillas: barrios donde no hay paro, ni parados; con familia y amigos que no viven el paro, ni padecen familiares desahuciados o amigos. Indigna tanta hipocresía.
Con 6000 euros al mes hay barrios donde viven más de diez familias. Y tienen que ayudar a otras. Y sin perspectiva positiva, en lenguaje técnico.
Y es en esos barrios donde estos hipócritas de columna fácil quieren alojar, eso sí, repartidos con equidad, a otras dos o tres familias más para que hagan la docena. Y que sean , y allá cuidados, 6000 euros al mes por docena de familias.
Indigna tanta hipocresía, tanto grito impostado que quiere estremecer conciencias -¿quizá la de los niños que comen gratis en el colegio?- para que hagan sitio a otras dos o tres bocas.
Indigna que estos sabihondos no quieran aplicar el remedio alemán, o el danés, o el británico o el norteamericano para que las cifras de paro nunca sobrepasen el 8%. Indigna.
Indigna además imaginar cómo puede Cádiz, con idéntica tasa de paro juvenil a la de la franja de Gaza, indigna que estos columnistas les quieran colocar algunos miles de familias, sin trabajo, y sin ingresos, solo para lavar su conciencia, y seguir escribiendo exactamente lo mismo, así sea el 10% de paro, el 20% o el 30% o el 50% con la misma sangre fría, con el mismo cinismo, con la misma sonrisa, con su frío egoísmo de varios miles al mes de euros declarados.
Indignan decía, esas columnas, de falsos indignados.
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