En el municipio de Rasquera, en Tarragona, comarca de la Ribera del Ebro, ha aprobado la instalación de un polígono para la plantación de cannabis. Los vecinos han aprobado el proyecto municipal de alquilar los terrenos de labor por 308 votos a favor, frente a 239 en contra, hubo 7 votos nulos, en total suman el 56% del censo. Rasquera tendrá su plantación.
La primera consecuencia ha sido la retirada y regreso el mismo día del alcalde, Bernat Pelisa, quien había prometido dimitir si la votación no alcanzaba al 75% del electorado. Este mismo día ha dicho que probablemente seguirá.
Otra consecuencia, poco advertida por los medios, será la repercusión de esta iniciativa de fomentar el consumo "en cooperativa" de drogas, en el proyecto multimillonario "Eurovegas" que estos días anda en negociación, tan conocido por madrileños, catalanes y todos los españoles. Sheldon Adelson el multimillonario promotor está radicalmente en contra de las drogas.
Por otro lado, este impulso del consumo de drogas puede tener otra consecuencia. Iniciado como medida anticrisis por el alcalde, a la localidad han acudido televisiones y medios de todos los continentes. El cultivo no está legalizado, y "el apoyo a la medida anticrisis" (la papeleta del referendum no menciona cannabis o marihuana) puede tener consecuencias perversas.
Una consecuencia más. Si la gente que fuma se pone contenta, y el asunto se amplía como en Holanda ¿cambirán los bares y tabernas las medidas de vender vinos y cervezas por litronas y cuartillos para rivalizar con lo que coloquen los de este municipio tarraconenese?
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