La tormenta en la tarde del 3 de julio en Madrid fue histórica: las calles quedaron cubiertas de hielo, el transporte y la movilidad quedaron muy gravemente dañados; el aeropuerto, las estaciones de ferrocarril, el metro, autobuses... sufrieron como nunca la repentina descarga de granizo que azotó la capital de España durante largos minutos.
También los árboles sufrieron lo indescriptible. Las fotos hablan por sí solas con total elocuencia de la enorme descarga de hojas y ramas que sufrieron los parques afectados.
Un niño salta sobre los montones de hojas caídas en pleno agosto en el barrio de Simancas. Y un grupo de prunos que ha perdido la mayor parte de la hoja rodeado por una espesa capa de granizo, en la parte superior.
Como muestra dos fotografías del parque Paraíso, en San Blas-Simancas: como vemos, por donde atravesó la tormenta, arrasó.
Un niño salta sobre los montones de hojas caídas en pleno agosto en el barrio de Simancas. Y un grupo de prunos que ha perdido la mayor parte de la hoja rodeado por una espesa capa de granizo, en la parte superior.
Como muestra dos fotografías del parque Paraíso, en San Blas-Simancas: como vemos, por donde atravesó la tormenta, arrasó.
En San Blas-Simancas estaban en plena feria y todas las atracciones se vieron afectadas; la misma quedó suspendida durante el día de hoy, en tanto reparaban averías de las atracciones y se retiraba la capa de hojas y ramas que cubría toda la calle Arcentales y sendas y caminos del parque Paraíso.
El Jardín Histórico de la Fuente del Berro, sin embargo, situado a menos de cuatro kilómetros, no se vio afectado por la tremenda e histórica descarga de granizos del tamaño de canicas.
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