12.8.12

Un trabajo y sin hipoteca en un pueblo español


Este es el análisis del New York Times sobre la situación en Marinaleda,  municipio gobernado por un alcalde, Sánchez Gordillo, que en los últimos días ha ganado enorme popularidad debido a su asalto con un grupo de hombres a un supermercado para robar comida que luego entregarían a organizaciones que reparten alimentos entre los pobres (ninguna de ellas aceptó el género robado.)

Dos consideraciones cuando leemos prensa "seria" en inglés. Recordemos que si un periodista "copia o falsea datos" a sabiendas, pierde su empleo.

Y la segunda, el periodista expondrá los datos, y el lector sacará sus propias conclusiones. No se admiten juicios de valor por parte del periodista, ni abiertos, ni camuflados ni valoraciones positivas o negativas ocultas o "subliminales."




Un puesto de trabajo y sin hipoteca en un pueblo español

"En este pequeño pueblo andaluz" nos cuenta la periodista "la gente se enorgullece de su ideología." Es un enclave comunista "al que acuden gentes de los pueblos vecinos en busca de trabajo y casa atraídos por el programa municipal de alojamiento y la cooperativa local."

Mr. Sánchez, un barbudo de 53 años que celebra este mes tres décadas como alcalde del pueblo de 2.700 habitantes sostiene que "la crisis económica demuestra la oportunidad de su visión socialista".

Habla en su despacho municipal, bajo un retrato del Ché Guevara, y sostiene que los políticos deben poner la economía al servicio de la gente. 

La periodista ofrece datos a sus lectores que ha suministrado el alcalde, como los elevados precios de la vivienda en toda España, mientras que con el programa municipal, no hay hipotecas. Por ejemplo, si alguien pierde su trabajo, queda contratado por la cooperativa, de modo que nadie está en busca de empleo "alardea -el alcalde- en una región con un 21% de paro."

La periodista cuenta el caso de Vanessa Romero, joven catalana originaria de la localidad, a la que volvieron tras perder su trabajo ella y su esposo en Cataluña, con la vista puesta en la guardería infantil "que cuesta 17 dólares al mes." Ahora ganan 1.500 euros al mes, los dos trabajando en la cooperativa.

Romero se pregunta por qué otros pueblos de alrededor no pueden hacer lo mismo a pesar de disponer de mayores recursos.

La respuesta procede de la oposición 
La periodista recoge la opinión de Hipólito Aires, empleado de gasolinera, y concejal socialista de Marinaleda: "el pueblo no crea riqueza" afirma "reparte pobreza" además "aisla a los vecinos disconformes" y el ambiente en el pueblo es irrespirable -varios vecinos confirmarán estas palabras, indica la periodista-. 

Sánchez Gordillo criticaba a los caciques, pero actúa como uno de ellos. Y prosigue Hipólito Aires: "el mayor terrateniente del pueblo es ahora el alcalde". Sin embargo, el alcalde afirma que no tiene bienes, ni siquiera posee un automóvil, solo es propietario de su domicilio.

Marinaleda entró en el mapa político con la victoria en 1979 del Sindicato de Trabajadores del Campo, una organización comunista de tipo asambleario y que cree que Andalucía debería ser independiente de España. Su actividad política incluye ocupar fincas, establecimientos públicos y sostener periódicas huelgas de hambre.

Su más importante éxito culminó en 1991 cuando el gobierno autónomo expropió una finca de 3.000 acres y la cedió al ayuntamiento. En ella se constituyó una cooperativa que produce alcachofas, pimientos, brócoli y habas, además de trigo.

La "utopía por la paz" del líder se ha introducido en las vidas de los habitantes. Hay murales y eslóganes revolucionarios pintados en las calles, que llevan nombres de izquierdistas suramericanos. Cada pocas semanas se declara un "Domingo Rojo" por el cual todos los vecinos deben colaborar en la limpieza de las calles u otros trabajos comunales.

Durante una hora a la semana, el alcalde aparece en la televisión municipal y arenga con sus discursos a los vecinos o lee sus propias poesías ataviado con pañuelos palestinos; también se compara con otros revolucionarios; o explica cómo fue detenido siete veces o sufrió dos intentos de asesinato, según sus propia versión.

"Su problema es que sigue en la revolución permanente" en opinión de H. Aires "la mitad de quienes le escuchan no saben dónde está Palestina."

Muchos admiran su dedicación

¡Ojalá nuestro alcalde hiciera algo así en nuestro pueblo" declara Francisco Prada de Écija, empleado de la cooperativa. José Martín, capataz de la misma, afirma que han aumentado las solicitudes de empleo desde los pueblos vecinos.

De vuelta al pueblo, nos encontramos con la otra joya de la corona comunista de Marinaleda: una ordenada colonia de viviendas de tres dormitorios, construida en suelo municipal con material del gobienro autónomo. Los futuros moradores deberán realizar un total de 450 jornadas de trabajo en la construcción. El pero: para impedir que la gente obtenga beneficio, los residentes no pueden vender su vivienda.

El programa es muy atractivo y está limitado para antiguos residentes del pueblo. En dos años, serán 600 viviendas en total.

Los analistas y la oposición coinciden en las críticas y denuncian el arrebato populista del alcalde: Marinaleda es un oasis comunista... que depende del dinero de los gobiernos regional y local. El material de cada vivienda cuesta 25.000 dólares. 

Los críticos insisten en que ha ofrecido una solución anacrónica a una comunidad sin educación y con escaso desarrollo económico. No hay ni industria ni servicios. Ahora viven ahogados por la crisis, pero si tuvieran libertad económica, nadie se quedaría en este paraíso creado por el señor Sánchez Gordillo.

El Sr. Sánchez permanece inalterable: "cada cuatro años hay elecciones, y si la gente me elige por mayoría absoluta, es porque debo de estar haciendo algo bien."

http://www.nytimes.com/2009/05/26/world/europe/26spain.html?_r=1&pagewanted=all

3 comments:

Chespir said...

Un buen amigo, más catalán que la butifarra, suele decirme a menudo. "Me gustaría una Cataluña independiente pero, si no puede ser, por lo menos que independicen a Andalucía". Algunas veces me pregunto si no tendrá razón. Buen aporte al blog. No lo conocía y, desde luego, lo recomendaré. Saludos.

Anonymous said...

Prefiero el supuesto comunismo de Sanchez Gordillo que el capitalismo destructivo que en las últimas décadas nos está empobreciendo a las clases bajas y medias y los políticos corruptos que gobiernan este pais y sus finanzas para beneficio propio y de sus amiguetes y familiares.
Tenemos un ministro de defensa que antes vendia armas. El marido de la Cospedal es empresario aventajado. Sin citar todos los casos de corrupción que han habido y que algunos han quedado borrados por falta de pruebas.

jag.valdezate said...

Hola, Chespir, y Anonimous. Muchas gracias por participar. Para unos el Sr. Sánchez Gordillo es un falso experimento comunista que está resultando carísimo para los bolsillos de los demás. Para otros, un remedio, aunque no perfecto, para males mucho peores... Las opiniones están divididas. Eso sí, conviene sacar conclusiones, y conviene porque urge: remedio a granes males, o por drenar recursos hacia un proyecto político zombi que vive del esfuerzo de otros. Saludos. jav.valdezate