El terrorista etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga se encuentra afectado por un cáncer "irreversible" según los resultados del análisis médico que en sus conclusiones afirma que "en la situación en la que se encuentra (Bolinaga) más de la mitad de los pacientes fallecen antes de los nueve meses y la probabilidad de supervivencia a los 12 meses estaría en torno al 10%".
El terrorista etarra Bolinaga tiene un 90% de probabilidades de fallecer antes de un año. Según el análisis efectuado por médicos del hospital de San Sebastián donde ha sido enviado con ese objeto.
El delito por el que está condenado el terrorista Bolinaga es el de secuestro. En su historial al servicio de la banda asesina Josu Uribetxeberria Bolinaga fue el encargado de mantener secuestrado en el zulo al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara durante 532 días.
Este resumen de wikipedia ilustra la situación del funcionario secuestrado y el talante de sus secuestradores: "Las condiciones de su secuestro fueron penosas: el zulo en el que se hallaba, muy húmedo (pues se encontraba a pocos metros del río Deva), sin ventanas y situado bajo el suelo de una nave industrial, tenía unas dimensiones de 3 metros de largo por 2,5 de ancho y 1,8 m de altura interior. Ortega Lara sólo podía dar tres pasos en él. Disponía de la luz de una pequeña bombilla y sólo fue alimentado con frutas y verduras. No podía salir del habitáculo y sus necesidades las hacía en un orinal, en el que recibía también el agua para asearse. En el momento de su rescate, Ortega Lara había perdido 23 kilos, masa muscular y densidad ósea. Sufría de trastornos del sueño, estrés postraumático, ansiedad y depresión."
El terrorista etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga, nacido en Arrasate en 1958, nunca se ha arrepentido de sus fechorías. El terrorista tampoco ha pedido perdón a las víctimas. Bolinaga y su entorno apuntan sus esfuerzos a conseguir la libertad en aplicación de la legislación vigente en lo que concierne a enfermos en situación terminal.
La legislación de un estado derecho reserva para los enfermos en situación terminal un trato humano: alivia la pena enviando a los mismos al lugar que ellos elijan para morir. El terrorista Bolinaga parece haber elegido su localidad de origen. Sea.
Cúmplase la ley, tras estar seguro, si es preciso con un contra-análisis de la auténtica acción del cáncer sobre el organismo de este sujeto.
El estado de derecho reserva un trato humanitario, también para las bestias, también para las hienas y las alimañas. También para sujetos como Bolinaga.
El vasco Bolinaga se acoge al lado humanitario de nuestra democracia para vivir los 300 días que le quedan fuera de la cárcel. Pues bien, hágase, si la ley lo entiende así. Que esos 300 días sean para el Bolinaga su zulo en el tiempo. Que cada abrazo de un familiar, o de un hijo, sea sentido como un aldabonazo sobre su conciencia con la misma intensidad con la que su víctima sintió durante 532 días los aldabonazos sobre su zulo. Que tus 300 días sean tu zulo.
Si no quiere reconocer su error, su culpa, su inmenso delito, que esos 300 días Josu Uribetxeberria Bolinaga sean tu propio zulo y ejerzan influencia suficiente como para pedir perdón a las víctimas, y acudir al cuartel de la Guardia Civil para colaborar en resolver delitos pendientes si los tuvieras, y para pedir perdón.
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1 comment:
por mi si se muere ahora mismo,pero sin calmantes,el y todos los que apoyan al terrorismo y a los terroristas.
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