Y Putin hará de Reina Isabel II... o de Ecce Homo

A parte del quebradero de cabeza de Siria y la primavera árabe con sus posibles ramificaciones en "la frontera próxima", y los problemas habituales de Rusia: orden público, catástrofes varias y un descontento creciente que ha minado la confianza de los rusos en Putin y su gobierno, el Presidente ruso encontrará un filón publicitario fácil -aunque incómodo fuera de sus fronteras- con el caso de las chicas de Pussy Riot con el que Putin ganará presencia en los medios internacionales.

Las Pussy Riot fueron juzgadas y condenadas a prisión en las mismas semanas en que el asunto Assange se convertía en un asunto internacional al solicitar el líder de Wikileaks asilo en la embajada de la república de Ecuador. Cuanto el asunto Assange parecía languidecer en plena vorágine de otros conflictos, dos de las convictas de Pussy Riot se fugaron de la cárcel con ánimo, en apariencia, de buscar refugio en algún país extranjero.

Julian Assange huyó de la justicia británica y se refugió en la embajada de Ecuador. A las pocas horas, comenzó un conflicto diplomático con un primer punto ganado por Ecuador: su embajador anunció que el Reino Unido "había amenazado" con allanar el recinto diplomático para dar caza al fugitivo. Una segunda victoria para Ecuador fue solicitar "asilo diplomático". En jornadas sucesivas, el presidente Correa vióse en primera línea informativa con reuniones de las Naciones Unidas, de la Organización de Estados Americanos y otros organismos internacionales. 

Ecuador y su presidente Correa habían encontrado un filón publicitario con el caso Assange: para rematar la faena, fue seleccionado un juez de proyección internacional para defender al fugitivo, el juez estrella español Baltasar Garzón.

A Gran Bretaña y sus cabezas visibles les quedó representar el papel de "malos de la película." No intervino la Reina ni el Primer Ministro Cameron, sino el ministro de Exteriores y altos funcionarios. 

Gran Bretaña redujo el volumen del conflicto, anunció el coste de la vigilancia, e hizo pasear a un funcionario de policía por delante de la embajada con un portafolios bien visible para los fotógrafos...  eran instrucciones para detener a Assange en cuanto pusiera los pies fuera del recinto diplomático.

Para Asssange ninguno de sus problemas había cambiado, al contrario: se le presentaba un futuro de vida monacal encerrado en la embajada y sin poder poner un pie en la calle... acaso durante años.

Y en estas andaban las páginas de internacional de todo el mundo, cuando dos de las chicas de Pussy Riot que fueron condenadas por profanar la catedral de Cristo Salvador en Moscú, huyeron de Rusia.

Wladimir Putin observa su situación con idéntico interés al del presidente de Ecuador Rafael Correa. En el mundo del periodismo, Rafael Correa es una fiera: mientras en su país encarcela, persigue y acosa a los periodistas críticos, de cara al exterior utiliza todos los resortes de los medios de comunicación para lavar su imagen y cultivar para el mercado interno imagen de estadista, su magnetismo como líder y su carisma en la región, con Chaves, Morales y Kichner como rivales principales.

Wladimir Putin puede encontrar en las Pussy Riot el "comodín Assange" que tan buenos rendimientos da a Correa. Por un lado Putin cultiva su imagen de seductor y líder indiscutible, con un cuidado especial entre los orgullosos jóvenes -específicamente entre las chicas- de la nueva Rusia. Por otro lado, tres chicas se irrumpen en la catedral de Cristo Salvador durante un oficio religioso para lanzar proclamas contra Putin... detenidas, juzgadas, sentenciadas y ahora con 2 fugadas, serán presa fácil para las ambiciones del líder ruso y la engrasada maquinaria propagandística que le acompaña.

Próximo re-make ambientado en el país que acoja a las Pussy fugadas.

Está claro que el papel de Ecce Homo, el otro gran evento mediático internacional durante el verano no corresponderá a Putin. Si algo ha cambiado en su imagen Rusia es en el control de los mass media "independientes", y ahí están los jóvenes de la "nueva Rusia" es su refinamiento en el arte de la propaganda frente a la "propaganda bruta" que ha dominado la época postsoviética. 

La chapuza de una anciana aficionada a la pintura, la peripecia de Assange, y el avatar, el viaje de las Pussy Riot, darán continuidad a las serpientes del verano.