Tapa castellana y tapa europea

Tapa española, castellana o madrileña y tapa europea

Hoy podemos encontrar chorizo castellano en Francia o en Alemania, exportado desde Madrid o desde Barcelona; y no tardará mucho tiempo en que el sándwich inglés sea sustituído por paquetes de tapas igual que hay blísteres de sushi japonés entre otras posibilidades. 

Una buena tapa acompañada de suficiente líquido, puede aparcar definitivamente el humilde sándwich inglés como decíamos. España es el país de las tapas, y Madrid lidera la moda también en este concepto.

Las tapas comparten su origen con las jarras de cerveza con "tapa" del centro de Europa. Todos hemos visto esas jarras ricamente decoradas en Múnich o en Berlín, Copenhague, Hamburgo o en Oslo. La jarra con tapa sustituyó al cuerno utilizado por los vikingos para conservar bebida -normalmente fermentada- en sus desplazamientos. La jarra sustituyó al humilde cuerno y pronto se añadió una tapa sobre la misma con doble objetivo.

MJarra de cerveza en madera.
Pilgrim Hall Museum.
Plymouth MA Estados Unidos.

Los vikingos afirman que la tapa impedía que en sus francachelas alguien introdujera polvos o veneno en su copa con el fin dormirles para robar su bolsa o quitarles la vida con veneno en tiempo de guerra. Los estudiosos no obvian el asunto de la higiene pues en zonas muy húmedas o pantanosas las jarras con su corona espumosa eran una trampa mortal para mosquitos, moscas y moscones... con lo que arruinaban el contenido de la jarra abierta. Por ello, la tapa.

El origen de la tapa castellana, por madrileña, o andaluza, se atribuye al rey Alfonso X el Sabio aunque no hay fuentes fidedignas. 

Por un lado, unos indican que por consejo médico de tomar vino para aliviar cierta enfermedad, el monarca decidió acompañar las frecuentes tomas con algo de comida para mitigar los efectos del vino. Nobles y cortesanos imitaron el real gesto, y este luego se extendió al pueblo llano.

Otra teoría atribuida al mismo rey Sabio señala que El Sabio emitió una orden para que en fondas, mesones y tabernas, se sirviera con el vino "una tapa" acompañada de un bocado de alimento para moderar el efecto de la bebida. 

Cuenta la tradición que entre carreteros y ganaderos esta nueva costumbre fue muy bien recibida, pues mitigaba los efectos de la ingesta de alcohol que a menudo terminaban en trifulcas en los caminos o en los corrales de las fondas y mesones entre vaqueros y muleros.

En cuanto al origen de la voz "Tapa" para el diccionario y sus estudiosos sigue siendo incierto.

Estos aperitivos o tapas, de vuelta a nuestros días, según la legislación vigente, son un detalle de la casa, y no están incluidos en el "pedido" oficial del cliente. Este detalle con el tiempo se ha convertido en un coladero con repercusiones en las raciones. 

Para terminar, esperemos que pronto exportemos junto con el chorizo y la tortilla de patatas blísters de tapas y raciones. De fuera vendrá la venta de raciones al peso: una ración de 100 grs de jamón serrano, otra de 200 gramos de queso de oveja... con lo que siempre tendremos "el precio justo". 

Todo esto de vikingos, jarras de vino y de cerveza, con tapa o sin ella, venía a cuento de presentar algunos bares de Madrid donde por poco dinero nos ponen una tapa masiva capaz de sustituir al almuerzo. Afirmamos que lo que sí sustituye es el sándwich británico de pollo incógnito o de ensaladilla rusa.

Y aquí tenemos un invento castellano, o madrileño, o español, con un fin práctico impedir la inmersión de insectos en la copa de vino -u otros elementos ajenos- que comparte con el fin práctico de las jarras de cerveza con tapa que comparte con los pueblos del norte de Europa, y además un fin nutritivo que templa y sosiega los efectos del alcohol y da energías a lo largo de la jornada.

Quienes tengan interés en conocer esa lista de bares visiten:
http://www.madridgratis.net