26.11.11

Yannick Noah "Estoy contra cualquier forma de dopaje" Traducido


Yannick Noah "Estoy contra cualquier forma de dopaje"

Entrevista publlicada el 25 nov hoy en Le Monde después de la polvareda "mundial" que levantó el ex tenista, ex rapero y comentarista esporádico deportivo, en la cual acusaba a los deportistas  españoles (futbolistas, ciclistas, tenistas...) de utilizar métodos de dopaje indetectables.

Le Monde 25.11.2011
Entre dos conciertos, Yannick Noah retoma la palabra para reaccionar ante las respuestas provocadas por su columna sobre el dopaje aparecida en la edición especial dedicada a España el 19 de noviembre.

P.: ¿Esperaba usted que su artículo despertaría semejante escándalo?

R.: No me esperaba en absoluto una reacción de tal amplitud y con tanta violencia. Por el contrario, pensaba que iba a recibir más apoyos. Personalmente ya había sufrido esta experiencia hace 30 años: entonces tenía 20 años y hablé de dopaje y de drogas y todo el mundo se me echó encima. Pensaba que las mentalidades habían evolucionado.

P.: ¿Por qué ha decidido usted responder hoy?

R.: Al principio, opté por quedarme en mi burbuja, no podía responder a todo el mundo. Por ejemplo, a Jean-Louis Murat, quien asegura que me he dopado ¡un cantante que ni siquiera conozco! A Toni Nadal, el tío de Rafael, que habría aconsejado a su sobrino de no decirme "hola." ¡Pero en qué puede molestarme que me diga "hola" o no! A Marine Lepen, quien no me concede el derecho a expresarme porque vivo en el extranjero para no pagar impuestos en Francia. Lo repito, otra vez: vivo en Yvelines, pago impuestos aquí, y sí, he estado afincado en Suiza entre 1992 y 1994 y he pagado impuestos allí en estos años.

P.: En Francia se le acusa de haber defendido la legalización del dopaje ¿Era esta su intención?

R.: Cuando escribo "basta de hipocresía. Ya no quedan tontos. La mejor actitud posible es aceptar el dopaje. Y todo el mundo tendrá acceso a la poción mágica", se trataba simplemente de hacer una demostración por medio del absurdo. Mi intención no era decir "A partir de ahora, la buena práctica será empezar con los jóvenes por el dopaje". Pero entre los que ponen gesto de no comprender, los que no saben leer, los que no tienen sentido del humor, y los que aparecen motivados porque de golpe, tienen turno de palabra, se pierde de vista mi objetivo: levantar la losa de plomo que tapa el dopaje.

Si he escogido esta frase, es para dirigirme a las autoridades, no a los jóvenes. Para interpelarlos. Para abrir un debate. Pues, como deportista, o ex-deportista, me encuentro frustado porque veo dos pesos, dos medidas en materia de dopaje, una con los españoles, y otra con otros países. He sido atleta durante catorce años, capitán del equipo de Francia: me siento legitimado para plantear esta pregunta. Ahora, ¡está claro que los deportistas españoles no se drogan todos! Pero soy "azul, blanco y rojo" aunque no le plazca Marine Lepen, y basta ya: ¡para qué entrenarse tanto si la mayor parte del tiempo solo se reciben medallas de chocolate? ¿Acaso somos más inútiles que los demás? No lo creo.

P.: Es en España donde las reacciones son aún más vivas, el entrenador del FC Barcelona, Josep Guardiola, le exige "aportar pruebas"...

R.: Claro que no me he estado en una habitación con futbolistas que toman pastillas o reciben inyecciones! No señalo con el dedo a este o a aquél, sino a todo el sistema. Lo que sé, y lo que sabe todo el mundo, es el caso de ese ciclista que ha comido una carne que le ha permitido pedalear más rápido y que ha sido blanqueado por su federación; el caso de esa especialista de medio fondo detenida por la policía y luego blanqueada (nota del trad. se refiere a Marta Domínguez) Mi pregunta es la siguiente ¿no estará todo eso orquestado? Tengo derecho a plantear esta pregunta. En la "operación Puerto" (nombre de una amplia red de dopaje desmantelada en España en 2006) tengo la sensación de que el asunto fue tapado, que se ocultaron nombres. Puedo estar equivocado. En todo caso, tengo la impresión, muy desagradable, teniendo en cuenta los numerosos testimonios que recibo, de decir alto y claro lo que todo el mundo sabe o piensa. Y no hablo de la gente de la calle, sino de cargos de las federaciones, deportistas... Y eso es muy molesto, pues tengo la sensación de servir de escudo. Ahora he llegado a un momento en mi vida, en que no estoy dispuesto a plantarme en nombre de lo políticamente correcto.

P.: Y las discusiones sobre el dopaje son "políticamente correctas"...

R.: Para llegar al fondo del dopaje, por pocas ganas que se tenga de ello, va a hacer falta un poco más de valentía, ya sea a nivel de federaciones o de políticos. Es muy fácil hacerme entrar en eso. Lo asumo. ¡Y no vale la pena enviarme documentos anónimos con la excusa de que hay quien ha tomado partido contra mí!

Estoy contra cualquier forma de dopaje pero también soy hipersensible a la injusticia. Pues, hoy, hay demasiados tramposos como ganadores. En España y otras partes. Y quedan los efectos secundarios, que nunca encontraremos en primera página de los periódicos. Sabemos que hubo en el pasdo problemas con jugadores de fútbol italianos que hoy están gravemente enfermos. Sabemos desde hace unos días que varios jugadores argelinos han tenido hijos con malformaciones. Sin mencionar a los jugadores de rugby de Suráfrica en silla de ruedas. No me centro ni el fútbol, ni en el rugby, ni con todos los españoles, solo deseo abrir el debate.

P.: hace treinta años recibió usted un gran rapapolvo después de una declaración sobre dopaje. ¿Cómo explica usted que la vergüenza siga siendo tan fuerte?

R.: Pienso que el sistema está bien instalado con redes políticas pujantes y un considerable movimiento económico. Me interesaría mucho de verdad saber qué hay detrás de todo eso. No comprendo por qué el presidente de la República recibe a Lance Armstrong como un héroe, mientras trata a Virenque como a un apestado. Del mismo modo que no comprendo la primera cosa que hacen las autoridades francesas, que es guardar silencio; lo que hago por mi parte, es decir la verdad. Existe una verdad oficial y una verdad oficiosa.

P.: El director de la Agencia Mundial Antidopaje ha reconocido que los controles sólo atrapaban a los pardillos que se dopan.

R.: ¿Quiénes son los dopados pardillos? ¿Los que no están protegidos? ¿Los que no tienen  medios? ¿A partir de cuándo un atleta pasa a considerarse como dopado? Cuando toma un producto que le hace correr más rápido, le da mayor resistencia, le hace recuperar antes? ¿O cuando da positivo en un control? La respuesta a esta pregunta no es la misma en todos los países.

P.: ¿Cuándo usted era jugador qué era entonces la lucha antidopaje?

R.: En los años ochenta había muy pocos controles antidoping. Así de memoria, creo que me hicieron tres o cuatro controles en toda mi carrera, no más. Recuerdo un partido de la Copa Davis en el que un jugador se negaba a pasar un control y le apoyaba su equipo. Un jugador que rechaza someterse a un control, desde mi punto de vista, es sospechoso.

P. ¿Ha intentado usted en algún momento acudir a productos dopantes?

R.: Jamás he llamado a un médico o a cualquier otra persona para recibir productos. En mi época, todos teníamos nuestros pequeños secretos; por ejemplo, me tragaba sellos para dormir en el avión porque a la llegada había que jugar bien. Era anecdótico. Sola una vez, por pura ignorancia, utilicé un producto oficialmente prohibido: durante cuatro días tomé Di-Antalvic para combatir el dolor, porque me había quemado en una pierna. Acudí al hospital, y me aconsejaron tomar ese medicamento hasta que la quemadura mitagara. Dos años despés me di cuenta de que se trataba de un producto prohibido. Por otro lado, en algunos partidos he carburado ¡con café y coñac! Seamos serios. En todos los partidos que he disputado, me he entrenado como una bestia, y los que han trabajado conmigo lo saben, los entrenadores y mis rivales. Pero, en el circuito, había algunos comportamientos que me llamaban la atención.

P.: ¿Le extraña a usted la virulencia de los ataques de la familia del tenis contra usted?

R.: No me deja sorprendido. Cuando la mano del sistema te da de comer, difícilmente puedes tomar distancias en ese momento. Mi teléfono no suena a menudo estos días, pero bueno, no tengo veinte años, puedo aguantar el golpe.

P.: La Federación Francesa de Tenis ha publicado un comunicado en el que denuncia "su comportamiento provocador"

R.: He hablado con el patrón de la federación, Gilbert Ysern, y le he comentado mi forma de pensar.

P.: Está usted de gira ¿Cómo reacciona el público?

R.: La mayoría de la gente con la que hablo piensa como yo, me agradecen que diga la verdad, y me ofrecen su apoyo. Desde el comienzo de esta polémica, tengo los nervios a flor de piel, pero eso ayuda a tener buenas actuaciones en los conciertos.

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