Malo, peor o pésimo. Islandia, Chipre o España

Chipre por tamaño y riqueza es una provincia / región / estado menor con respecto a las divisiones territoriales del resto de Europa. Sin embargo, la crisis bancaria allí originada y el efecto alas de mariposa -lo que en otro lugar es un simple aleteo, puede terminar como un tsunami imparable- este efecto mariposa, es lo que temen los gobiernos de la Unión Europea.

Chipre es una isla del Mediterráneo oriental que ocupa una extensión de 9.250 kilómetros cuadrados, y tiene una población según el censo de 2011 de casi 840.000 almas. Son de religión ortodoxa, conducen por la izquierda, y su gobierno está formado por ex miembros del partido comunista. 

En España, Lugo tiene una extensión similar (la Comunidad de Madrid suma 8.000 kilómetros cuadrados). Y de población similar a la provincia de Tarragona. El Producto Interior Bruto por habitante en Chipre (18.500 euros) es comparable al de los habitantes de Pontevedra (18.696).

Sin embargo, lo que hace completamente diferente la situación económica y política en Chipre son las instituciones bancarias: exactamente lo mismo que sucedió en Islandia. Pero multiplicado por diez: el dinero de los bancos, solo el dinero, decuplica el PIB de la isla: lo multiplica por diez.

Islandia era una sociedad volcada en el negocio bancario -de tipo piramidal, como se descubrió en 2008-. Con la crisis, Islandia optó por no devolver el dinero de los inversores, tanto particulares como instituciones. Los principales afectados fueron Gran Bretaña y Holanda, tanto instituciones -ayuntamientos, institutos públicos, etc- como empresas y ahorradores privados. Islandia prometió unos rendimientos que no pudo pagar y tampoco devolver el capital depositado en los bancos.

Chipre ha recibido enormes sumas de dinero de Rusia principalmente. Dichas cantidades recalaban en la isla como dinero no declaro ni en Rusia, ni por sus verdaderos propietarios en Chipre.

El remedio de la Unión Europea que exige a los ahorradores chipriotas pagar según sus ahorros por el rescate de los bancos es lo más cercano a una confiscación arbitraria ajena al estado de derecho.

Si comparamos con España, la crisis de las cajas de ahorro -que no los bancos privados- la crisis de las cajas de ahorro (gestionadas por políticos) ha terminado en una ruina monumental con necesidades de capital enormes (40.000 millones de euros puestos por la Unión Europea). Una enorme ayuda del Gobierno de España a través del FROB y otros planes de saneamiento a costa de sus accionistas y algo más, que también tendrá un efecto "alas de mariposa" las llamadas LAS PREFERENTES. 

En España no se ha llegado abiertamente a plantear la "requisa" o "confiscación" de ahorro. Actuaron de una manera mucho más ruin: engañaron al pequeño ahorrador de toda la vida con las llamadas "preferentes" que se han demostrado ruinosas.

Malo, peor y pésimo. Malo fue trampear como los islandeses, engañando a los ahorradores, y a cuyo gobierno solo la presión internacional puede obligar a devolver lo robado. 

Peor lo de Chipre, pues pagarán los ciudadanos por errores de otros. 

Pésimo lo habido en España, pues con engaños y valiéndose de autoridad, muchas oficinas colocaron a sus "víctimas" -que no clientes- productos financieros  entonces de valor muy dudoso y desde hace muchos meses, de ningún valor.

Las preferentes son el nuevo chapapote. Solo falta que nos digan qué cantidad estafó cada entidad a sus víctimas. Al menos, en Chipre, sabe cuánto paga -pagaría cada chipriota- que podría servir para un ulterior arreglo de cuentas. 

En España, de las tres opciones, malo, peor o pésimo, optaron por la última opción; y esta última opción, llevará a las víctimas-clientes hasta las últimas consecuencias.