17.5.12

La aceleración de la actualidad. Indignados.


Indignados, amigos de redes y extremismos

Los indignados han celebrado estos días su primer aniversario con un triunfo importante en las redes sociales y un fracaso notable en la calle. Además de las redes, los medios han dedicado un despliegue abundante en tipografía, papel, horas de radio y horas de emisión en televisión. Las voces críticas han escaseado. La calle, sin embargo, no ha respondido como se esperaba.

Si el año pasado la movilización congregó a decenas y decenas de miles de personas, centenares de miles en toda España, este año las cifras han caído en picado. Madrid logró congregar a unas cuarenta mil personas, según la organización, en el día grande de los indignados. Sin embargo, la concentración no llegó a prolongarse en el tiempo, y las asambleas temáticas convocadas en las plazas vieron cómo caía la asistencia de manera dramática.

Las manifestaciones del 14 y del 15 en Madrid, con gran acompañamiento mediático, como decíamos, volvieron a topar con el fracaso en cuanto al número de participantes. ¿Dónde están los indignados que solo hace un año recorrían España en columnas hacia Madrid y Bruselas, incluso?

Esta es la gran pregunta. ¿A dónde se han ido los indignados? Habiendo empeorado de manera muy visible la situación económica y social ¿a dónde han ido los indignados de hace solo un año?

Los indignados estaban claramente convocados por radicales de izquierda el pasado año. Este año, estos radicales de izquierda incluso han formado un partido para aglutinar esta movilización bajo unas siglas. Sin embargo, los jóvenes que recorrían las calles solo hace un año en protesta por la falta de futuro no han vuelto a las calles; ello a pesar, como decíamos, de que la situación económica ha empeorado de manera dramática.

Por otro lado, como mencionábamos al pricipio, el triunfo en las redes sociales y en los medios de comunicación, en especial la televisión, parece incontestable: horas y horas de emisión; miles y miles de mensajes en las redes sociales... pero poca gente presente en las convocatorias. Parece que una minoría se ha volcado en las redes hasta conseguir una respuesta "mediática" muy importante. Pero no en la calle.

¿Qué sucede? Algunos analistas sostienen que los radicalismos de solo hace un año han cambiado. Que la tendencia fascista latente en las convocatorias se mantiene y que esta vez los jóvenes han permanecido al margen, alejados de las calles en todas las ciudades donde solo hace un año lograron atraer la atención de todo el mundo y provocaron una conmoción mundial debido a la mezcla explosiva de juventud, falta de expectativas, y crisis económica profunda y sin divisar el final del túnel.

En Grecia sucedió otro tanto. Las manifestaciones en la plaza Sintagma fueron enormes. Este año, sin embargo, con una situación que se deteriora día a día, no hay grandes maniestaciones. En Grecia la tragedia ha movido a los manifestantes a votar por partidos extremistas de derecha e izquierda opuestos a las medidas contra la salida de la crisis; opuestos incluso a cumplir sus compromisos de deuda -renegociados, y muy reducidos- aunque no opuestos al euro, por paradójico que parezca.

¿Sucederá otro tanto en España? ¿Vamos camino, como señalan algunos analistas de encontrarnos con una juventud que pasa de la indignación a la radicalización en política?

Es pronto para extraer conclusiones. Sin embargo, la falta de "indignados" en las calles hace temer que esta corriente seguirá otros caminos: porque los motivos de indignación son cada vez mayores. Y sigue sin verse luz al final del túnel.

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