El largo camino sin línea de meta
Órdago a todo del Sr. Artur Mas

El presidente de la Generalitat de Catalunya dirige una comunidad arruinada, hoy, 31 de mayo, está al borde de ser declarada por la calidad de su deuda como "bono basura"; sus medidas, severísimas, no han impedido el avance de la crisis, con paro y pobreza: a día de hoy, la comunidad financiera internacional -los que más fino olfato tienen para las finanzas, la prosperidad y el bienestar- juzgan como "bono basura" la deuda catalana.

Los financieros, los inversores son quienes mejor olfatean el negocio, el beneficio, y el estado de bienestar. Porque  donde hay negocio y beneficio, hay estado de bienestar. 

Cuanto no hay actividad económica, los políticos se afanan en hallar dineros para mantener o impedir que retroceda el estado de bienestar. El Sr. Mas necesita con toda urgencia dinero, mucho dinero. Los señores financieros han declarado Catalunya como "bono basura" es decir, territorio apto solo para la especulación.

El Sr. Mas en su búsqueda de dineros con los que capear la crisis, salvar el estado de bienestar -o apuntalar el esqueleto- y contentar a los mercados ha hallado la X, el grial que resuelve el problema: "El pacto fiscal".

Este "pacto fiscal" ha sido el mantra mil veces repetido como si fuera el bálsamo de fierabrás capaz de unir balances y resultados económicos y transformar haberes y debes en dinero rápido. Los catalanes, escarmentados por el desempleo, la quiebra de empresas, y la crudeza de la crisis que asoma en Grecia o Italia, aceptan el pacto fiscal como arma contra la crisis, al menos "su" crisis, la de cada uno: el padre que ve su empleo peligrar; la madre que tiene que ayudar al hijo con la hipoteca; las parejas jóvenes que ven peligrar su empleo, e incluso su casa, y su futuro: en Cataluña la crisis ha llevado a la pobreza a 1 de cada 5 niños.

El president Mas en este envite se juega su futuro político: si fracasa, será barrido por las urnas, igual que Zapatero, Barreda en C. La Mancha, Vera en Extremadura... quienes se enfrentaron al monstruo de la crisis.

Este órdago de Mas lo han visto sus enemigos en política. Por un lado los radicales, diezmados, desunidos, divididos en grupúsculos, pero enraizados en la sociedad, y finos olfateadores de la "irritación de la calle". Con ellos el Sr. Artur Mas no puede contar, pues le exigirían medidas extremas, radicales, imposibles de aceptar por la gran mayoría de catalanes que no comulgan con su ideario radical.

El Partido Socialista de Cataluña y el Partido Popular, también de Cataluña, serán los dos pilares sobre los que se asiente el "Pacto fiscal." El Sr. Mas no podría sacar adelante su órdago, su proyecto, su plan sin al menos uno de los dos grandes partidos de la oposición.

El Partido Socialista, el gran derrotado en Cataluña tras las elecciones, se ha encontrado con que el Pacto Fiscal le da juego, y se ha dado cuenta de que "hay partido" de que tiene posibilidades de volver a ocupar el ruedo político primero con su discurso y, luego, quizá, con los votos de la gente. De hecho, ahora puede tocar bola y, según azote la crisis, puede verse con posibilidades de tocar poder (como en Andalucía o en Asturias.) 

El Partido Socialista Catalán dispone en este nuevo momento político de un arma: la solidaridad interregional: no debe admitir discriminación entre comunidades. La misma arma de la que dispone el Partido Popular.

El Partido Popular se encuentra dentro del círculo de poder, pues su voto es necesario para el Gobierno de la Generalitat. Ha ganado mucho en términos de poder, y no  arriesgará nada, en el nuevo marco de juego que delimita el "Pacto Fiscal". 

Comparte con los socialistas la solidaridad interterritorial y la ausencia de privilegios entre regiones. El Partido Popular está en el gobierno de España con mayoría absoluta. Y, como los socialistas, sabe que Artur Mas ha lanzado un órdago en el que se juega su futuro político.

Socialistas y Populares han aceptado participar en los debates del futuro Pacto fiscal. Sin embargo, sus objetivos son distintos. ¿Solucionará el Pacto fiscal los problemas de la crisis? Cataluña es bono basura, el paro avanza, no se ve el final ¡en varios años! y Artur Mas recorta, y recorta sin piedad: su popularidad se verá afectada más pronto que tarde. Además "la crisis" tiene un componente individual: a cada uno le ataca de manera personal. ¿Será el pacto fiscal el remedio en el plano general y en el plano individual?

Para los socialistas es vital recuperar terreno en Cataluña. Para los Populares, es esencial no perder, y sería muy interesante avanzar posiciones, por pequeñas que fueran. Este será el proscenio de la vida política catalana en los próximos meses. 


Artur Mas confronta tres batallas: contra la crisis; la lucha política cotidiana, la segunda; y la percepción  da cada hijo de vecino de la crisis. Veremos cómo es capaz de lograr la cuadratura de este triángulo de enemigos.

Mientras la tormenta arrecia.