18.5.12

Ladrillos invisibles


Ladrillos invisibles

Con mucha exactitud, se puede seguir el rastro del dinero llegado a España en estos años por el número de solares recalificados, de urbanizaciones levantadas y de barrios construidos. 

Los préstamos que llegaban a las cuatro esquinas de cada comunidad autónoma se emplearon en construir o planificar, con mayor o menor fortuna, edificios que luego se vendían a precios estratosféricos.

Hay polideportivos, piscinas, trenes, aeropuertos y puertos modernísimos, con escaso uso, empero. Tampoco las autovías respondían a criterios de crecimiento e inversión; al contrario, eran criterios estrictamente políticos, para enaltecer al político local con ínfulas de viejo cacique.

Irlanda vivió una particular burbuja inmobiliaria. Los préstamos que inundaron la pequeña isla verde hincharon también su burbuja. De aquella época quedan también, casi como en España, calles y barrios erigidos de la nada en los verdes valles de Irlanda.

¿Y Grecia? ¿A dónde echó Grecia todos aquellos préstamos recibidos? ¿Hay superpuertos deportivos? ¿Ferrocarriles? ¿Aeropuertos? ¿Nuevos barrios? ¿Nuevas ciudades? ¿Qué burbuja arruinó a los griegos? 

¿Qué burbuja sumergió la economía de Grecia? ¿Qué especulación hundió la economía del país heleno? ¿Qué hicieron los griegos con los miles y miles de millones de euros que llegaron desde Atenas hasta las más pequeñas islas griegas? ¿En qué emplearon los préstamos? ¿Qué cielo o qué mar enladrillaron los griegos? Dónde está "el ladrillo invisible" de la economía griega.

Esta es la gran cuestión que nadie quiere investigar.

Las evidencias son irrefutables: a Grecia llegaron en forma de préstamos millones y millones de euros. El gobierno y las autoridades económicas gestionaron ese inmenso dineral a su antojo. Debajo de cada ladrillo en Irlanda o España hay una parte de un préstamo ¿y qué pasa en Grecia?

En pocos años las tornas han cambiado. En Grecia toca devolver lo habido en gigantestos préstamos, y la población se resiste. En los últimos años las protestas de los griegos han sido constantes: han perdido poder adquisitivo, o su empleo; ven recortado su salario y las ventajas del estado de bienestar. Ven cómo se reducen las ayudas a la enseñanza, etc. La situación va a peor, día a día. Y la población se rebela.

Mucha de esta rebeldía está siendo canalizada y capitalizada por pequeños partidos de oscuros dirigentes que han sido marginales en los últimos años. Estos pequeños partidos, fundamentalmente dos comunistas y un filonazi, se niegan a devolver el dinero prestado, los miles de millones de "ladrillos invisibles."

¿Qué intereses defienden los filonazis? ¿Qué intereses defiende el partido comunista de tendencia estalinista? ¿A qué intereses responde el partido comunista leninista?

Si triunfan las tesis de los partidos minoritarios (no devolver lo recibido en préstamo) Grecia deberá volver al dracma y abandonar el euro. Si esa es la opción, durante años deberán vivir los griegos en la pobreza para devolver solo parte de los préstamos. Entre tanta miseria, los ladrillos invisibles de la economía griega seguirán estando ocultos. Ocultos, eso sí, para la inmensa mayoría de los griegos y europeos.

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