Primero murió Émile, luego su hermana Philomène y luego la madre. Hace dos años en diciembre. En total, en la pequeña aldea de Meliandou, situada cerca de la frontera de Guinea con Liberia y Sierra Leona, las autoridades informaron de la muerte de 14 personas. En esta aldea se ha localizado el Paciente Cero Émile, un niño de 2 años, afirma un equipo internacional de científicos.
Después el virus contagió a personas en Liberia, luego Sierra Leona, Nigeria, Malí, Senegal, llegó a Europa, con una paciente en Madrid, a Estados Unidos y Gran Bretaña, entre otros países. 7.800 personas han fallecido por el contagio con esta cepa de ébola.
Las primeras hipótesis científicas para localizar el foco inicial, según publica la revista EMBO Molecular Medicine, indicaban que debía tratarse de un contagio a través de cazadores, en zonas de caza con animales contaminados por murciélagos. Estos animales cazados habrían pasado el virus a los humanos, y la epidemia con el paso de las semanas habrían alcanzado el nivel de catástrofee actual.
Sin embargo, el foco de la epidemia se ha hallado en una aldea alejada de las zonas de caza; el punto exacto se descubrió en el tronco de un árbol hueco: allí anidaba una colonia de murciélagos -mops condylurus en su nombre científico- alguno de cuyos individuos portaba el virus. Los habitantes de Meliandou informaron a los entrevistadores de que el árbol se quemó el 24 de marzo de 2014 y vieron salir del mismo una nube de murciélagos. Muchos de estos fueron cazados y consumidos en la zona.
El equipo de científicos siguió indagando la pista de estos murciélagos y comprobó que las cenizas aún contenían restos de murciélagos. En cuanto a las colonias de murciélagos analizadas tras cazar algunos individuos en la zona, el equipo de investigadores comprobó que éstos no estaban contaminados. Sin embargo, esta especie puede transportar la enfermedad.
El doctor Leendertz del Instituto Robert Koch de Alemania declaró que la solución no estaba en sacrificar a los murciélagos, puesto que la especie forma un ecosistema.
"Los murciélagos se han integrado en la zona y algunos grupos habitan en los tejados de las casas." Según el experto alemán, "el virus del ébola puede pasar de una colonia a otra, de un murciélago a otro."
Para los científicos, que trabajan con financiación internacional, es muy importante hallar el foco inicial de la epidemia y la forma en que se ha transmitido a los humanos. Una vez que se ha localizado el punto exacto de su origen, los científicos concentrarán sus esfuerzos en cerrar las vías de contagio. Desde el pasado mes de abril, en la aldea de Meliandou no se han dado casos de contagio, según informan las autoridades de la zona.
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