Mientras la agencia de calificación Standard Poor degradaba tres escalones la nota de Grecia, con lo que se convertía en el país con peor nota del mundo, el eminente economista Nouriel Roubini entrevé el fin de la zona euro.
En un artículo publicado en el Financial Times y en una conferencia en Singapur, el hombre que anunció la crisis financiera de 2008 considera que los países de la periferia abandonarán el euro de aquí a cinco años.
En opinión de Roubini, la crisis de la deuda que debilita actualmente la zona euro, pone en evidencia las fallas de esta unión monetaria.
De hecho, la zona euro no ha sido nunca "una zona monetaria óptima" dicho de otra forma, un grupo de países que tiene todo el interés en compartir una moneda única. Ha habido permanentemente fuertes divergencias económicas y de competititvad entre los países de la zona euro.
Los padres fundadores de la zona euro esperaban, sin embargo, que las divergencia entre las políticas presupuestarias y monetarias y la tasa de cambio estuvieran compensadas por una aceleración de las reformas estructurales en el seno de la zona euro. Estas medidas habrían permitido, en consecuencia, la convergencia entre los países de la zona euro.
Sin convergencia económica, la zona euro está condenada al fracaso
Sin embargo, la realidad "es completamente diferente" afirma Nouriel Roubini. Después de poner en práctica una política monetaria común, los países se han lanzado sobre el arma del presupuesto para ajustar su política económica. Políticas muy diferentes han convivido en el seno de la eurozona.
En consecuencia, la ausencia de una disciplina presupuestaria en países como Grecia y Portugal ha permitido el nacimiento de burbujas especulativas en otros países como España o Irlanda. Y al final, los países periféricos se han convertido en menos competitivos.
El economista reafirma con todo ello que, para funcionar, la creación de una zona monetaria debe ir acompñada de una misma política presupuestaria de modo que la puesta en circulación de fuentes de ingresos supranacionales o la emisión de deuda soberana común. Si no hay convergencia económica, la zona euro está condenada al fracaso, según el economista.
jag.valdezate
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