Ahora que se van conociendo los pormenores del fichaje de Neymar -uno de los más complicados de la historia del fútbol- gracias a las indagaciones y pesquisas de los jueces de la Audiencia Nacional siguiendo pistas informativas de la prensa deportiva, la alarma ha saltado en Cataluña: Neymar podría acabar en el Real Madrid.
Y las desgracias no vienen solas: por si no fuera suficiente, además de la pérdida de Neymar, se mantiene el riesgo de ver a Messi en un plazo de dos años en París, y el FC Barcelona corre el riesgo de quedarse sin ninguna figura mediática "internacional" salvo el chileno Sánchez, Xavi, Iniesta, Pedro o Busquets.
Neymar recaló en el FC Barcelona tras una dura competencia con el Real Madrid. Durante más de dos años, entre 2011 y 2012 ambas entidades negociaron con los representantes de Neymar y los propietarios de su ficha con cifras astronómicas sobre la mesa.
Sin embargo, estas cifras nunca salieron a la luz. Para el periodismo de investigación, se trata de un caso goloso, atractivo: si demuestran que hubo dinero opaco, la exclusiva será mundial. Y con grandes repercusiones. Un triunfo del periodismo de investigación en España como lo fue en Estados Unidos el caso Watergate.
La investigación que sobre este contrato entre Neymar y el Fútbol Club Barcelona lleva a cabo la Audiencia Nacional puede suponer una auténtica bomba. Porque puede declarar nulo el contrato; puede sentenciar contrato ilegal, incluso.
Si el contrato es declarado contrario a derecho, las partes firmantes se hallarán ante un problema retroactivo y, peor aún, con devastadores efectos en el futuro para las entidades firmantes.
El contrato con Neymar dejaría de tener valor jurídico si hubo dineros ocultos, y la situación legal de la estrella brasileña volvería al punto de partida; en este caso, quedaría libre, sin ninguna obligación pendiente con el Santos -su antiguo club-. Algo similar sucedió con Alfredo Di Stéfano.
El caso Di Stefano
En los primeros años cincuenta se produjo el fichaje de Alfredo Di Stefano. El Real Madrid negoció con el club Millonarios de Colombia, propietario de los derechos del argentino hasta 1955.
Mientras tanto, el FC Barcelona se reunía con el club argentino River Plate, que había cedido a Di Stefano a Millonarios hasta 1955. Ambos clubes, Real Madrid y FC Barcelona, pagaron las fichas correspondientes.
Cuando el jugador llegó a España, la Federación determinó que ambos contratos eran válidos y Di Stefano debía hacer honor al firmado por el Real Madrid con Millonarios y luego al firmado por el FC Barcelona con River Plate.
En Barcelona se consideró como una intromisión ilegítima del Real Madrid, y el presidente del equipo catalán presentó su dimisión.
A Enric Martí, el dimitido, siguió Josep Vidal-Rivas, quien después de ver los primeros partidos del argentino con el Real Madrid, renunció a sus derechos y reclamó el dinero que habían abonado a River Plate.
El Real Madrid accedió a pagar el fichaje completo -la parte abonada por el FC Barcelona- y recabó el valor de los contratos y Di Stéfano quedó blindado en el Real Madrid.
Doble conclusión
Para el FC Barcelona, la intromisión política del Consejo Nacional de Deportes obligó a renunciar a unos derechos legítimos sobre el jugador.
Para el Real Madrid, fue la habilidad negociadora y la voluntad de Di Stéfano de jugar, y sin ninguna intromisión política, porque el club ganador de la época, el favorecido con el régimen de Franco era, precisamente, el equipo catalán.
El tercer equipo en importancia de la época, el Athletic de Bilbao no participaba en la negociación de jugadores de otros países, pues solo formaba en su cantera jugadores de origen racial vascuence elegidos por sus apellidos netamente de origen vascongado.
El caso Neymar
Neymar, según la información de MundoDeportivo.com, fue traspasado al Barcelona por 17 millones de euros (unos 23,4 millones de dólares), de los cuales el Santos se llevó 9,35 millones de euros (unos 12,9 millones de dólares), DIS facturó 6,5 millones de euros (unos 8,9 millones de dólares) y Teisa 860.000 euros (unos 1,1 millones de dólares). Estos son datos del 11 de diciembre de 2013.
Por esas fechas, la empresa brasileña DIS cerró su actividad de representación de futbolistas, a pesar de que disponía en su cartera de varios jugadores de renombre internacional, como D'Alessandro, Dedé o Ganso con fichas -y comisiones- muy jugosas.
Los datos y cifras del traspaso son otros muy distintos según la documentación que maneja la Audiencia Nacional.
Para la fiscalía de la Audiencia Nacional, el contrato firmado entre el FC Barcelona y las partes es un "contrato fantasma" que oculta las cifras reales y los beneficiarios de las mismas.
La querella documenta que el Barça contrató al jugador por 57,1 millones de euros: 17,1 millones corresponden al Santos, club dueño de los derechos federativos sobre el jugador. 40 millones fueron para la sociedad N&N propiedad del padre de Neymar. Entre los detalles de la operación se incluyen 7,9 millones por un acuerdo sobre tres jugadores del Santos y 9 millones por dos partidos amistosos (El País 10/01/2014).
El FC Barcelona por boca de su presidente Sandro Rosell habla de "ingeniería contractual" para conseguir traer al club a un jugador de referencia, pretendido por los principales equipos del mundo.
Sin embargo, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido al juez Pablo Ruz que admita la querella por apropiación indebida interpuesta contra Rosell.
Los próximos días pueden alcanzar una tensión informativa nuclear en el caso Neymar. Si los jueces declaran ilegal el contrato, Neymar podrían entrar de nuevo en el mercado, y recalar en el Real Madrid, por ejemplo.
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